El Combate Naval de Juncal fue la victoria naval más contundente de la guerra contra el Imperio del Brasil (1825-1827). La Tercera División de la Armada imperial quedó absolutamente desarticulada, diez de las unidades fueron apresadas en el combate y en los días subsiguientes; de las ocho que inicialmente pudieron escapar, tres encallaron cerca de río Yaguary y fueron incendiadas por sus tripulantes, mientras que el resto se entregó en Gualeguaychú al gobierno de Entre Ríos. Los barcos capturados fueron incorporados a la Armada Nacional y rebautizados con los nombres de los principales enfrentamientos de esa guerra. La derrota fue una desgracia para el prestigio y moral del Imperio, y representó el primer serio desafío para la supremacía naval brasileña en el Plata.
Los prisioneros arribaron con cartas en las que el Gran Almirante elogiaba su bravura y recomendaba que sean tratados con consideración en el cautiverio. El Embajador británico en Buenos Aires, Lord Ponsonby, elogió al “Comodoro Brown” por su “prudencia y coraje”.
El pueblo de Buenos Aires estaba al tanto de los sucesos por las distintas publicaciones que efectuaban los diarios de la época. Al desembarcar en Buenos Aires, los marinos fueron recibidos por autoridades, ministros y por un enorme gentío de ciudadanos y extranjeros que se habían congregado en la costa para tributar sus aplausos y felicitaciones al “genio guardián del Plata y terror de los brasileños”. El héroe de Juncal fue homenajeado con las notas del Himno Nacional que interpretó la banda de artillería a bordo de una lancha, y una muchedumbre fervorosa y exaltada lo trasladó en una litera hasta el edificio de la Comandancia de Marina, y de allí a Casa Amarilla en un carruaje al que, pese a su negativa, se le desengancharon los caballos y “fue arrastrado por ciudadanos que se disputaban el honor de llevarlo hasta su misma residencia”. Los retratos del héroe fueron publicados en los diarios que la gente compraba para guardarlos de recuerdo.
Las recompensas que la Nación otorgó a sus héroes navales fueron esta vez de mérito, teniendo en cuenta los padecimientos del erario.
El premio moral estuvo representado por el “Escudo de Juncal”, creado por el Congreso Nacional por ley del 21 de febrero de 1827.
“… oval y convexo. El diámetro mayor tiene cincuenta y cinco milímetros, y el menor cuarenta y cinco. El borde del anverso lleva de adorno un labrado de un milímetro de ancho. En la parte superior inmediatamente después del labrado, en un espacio de tres milímetros de ancho, está puesta la leyenda: Gloria a los vencedores en las aguas del Uruguay. En el exergo, separado de la anterior por dos grupos de siete puntos, se lee esta otra: 9 de Febrero de 1857. Gráfila ovalada encierra el campo, y dentro de ellas está un trofeo militar en la siguiente disposición: un cañón con montaje de marina colocado sobre gruesa línea tiene a su derecha una hacha de abordaje, una pala, un machete de marina, un fusil con bayoneta triangular y una asta bandera con gallardete; frente a la boca del cañón una pila de seis balas, y en la parte posterior del mismo un anteojo náutico y dos bombas; debajo de la línea del cañón una ancla y debajo de ésta una brújula. Sobre el trofeo se halla un sol radiante, que lo ilumina”.
El reverso del escudo era liso y cóncavo, con dos pequeños anillos para prenderlo al uniforme, en el que los homenajeados deberían llevarlo en su brazo izquierdo. Las piezas no fueron acuñadas, sino trabajadas a mano, y se dispuso que fueran de oro para el Almirante Brown, de plata para los oficiales y de bronce para la tripulación.
Asimismo, por Decreto del 2 de marzo de ese mismo año, se les otorgó una suma dineraria “para perpetuar la ventaja de su mérito”: al comandante en jefe de la Escuadra, la suma de veinte mil pesos, a todos los oficiales y tripulaciones, el doble de sus respectivos sueldos, y a los comandantes, dos meses sobre lo concedido.
Un facsímil del Escudo de Juncal, fue acuñado por la Comisión Nacional de Homenaje al Almirante Guillermo Brown, en el centenario de su fallecimiento.
Fuentes:
- V. Mario Quartarolo. Comisión de Estudios Históricos Navales del Instituto Browniano. 1974. Págs. 51-56.
- Guillermo Brown. Guillermo Oyarzábal. Librería Histórica. 2006. Págs. 251-252.
- Victoria argentina en el Juncal. Jorge L. Toscano. Boletín del Centro Naval 815, págs. 473-480. https://www.centronaval.org.ar/boletin/BCN815/815toscano.pdf